La protagonista aprende que su vida humana ha sido desastrosa. Que le ha rodeado el amor de su marido, su hija, madre, amigos… pero sin embargo nunca ha cuidado a ninguno de ellos ya que su ensimismamiento se lo impidió. Tras su humillante y ridícula muerte (recibe el impacto de un WC desprendido de la estación espacial rusa), quiere remediar tanto error. Y procura acercarse a su familia bajo las formas de hormiga, lombriz, cobaya y demás fauna. Pero ninguno es capaz de reconocerla.
Cómico e ingenioso, provoca carcajadas por lo insólito de las situaciones. De lectura rápida y jovial, puede ser un gran entretenimiento o un motivo de reflexión que nos impulse a mejorar nuestro buen karma particular. No sea que caigamos en la cuenta demasiado tarde de que se quedaron muchas buenas acciones por hacer sólo por contemplarnos.
Lectura "sorprendente" donde las haya, en el estilo alegre de la "metamorfosis", pero con un toque de locura que gratamente hace que no dejes la lectura ni un solo momento. Muy recomendable
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