martes, 27 de septiembre de 2016

Un matrimonio perfecto


Autora: Elisabeth Von Armim
Parece increíble que esta autora haya escrito Un abril encantado. Un libro en el que la bondad y la belleza lo invaden todo y mejoran a los protagonistas. En cambio aquí nos encontramos con el relato desgarrador de un maltratador psicológico que destroza a su incauta esposa. La protagonista, desolada tras la muerte de su padre, cae en las redes de un viudo aparentemente protector, pero que deviene en un peligroso compañero de vida. Ella es incapaz de ver la maldad en su enamorado, tan sólo se percata de ello su tía soltera, el personaje quizá más interesante y complejo de la novela, pero, como no podía ser de otra manera, el marido, sagaz y hábilmente, intenta apartarla de su esposa.
Planea sobre la historia la muerte inexplicable de la primera mujer. Y asistimos al progresivo aislamiento de la protagonista tras su matrimonio.

Con una narración perfecta, la autora nos sumerge en un matrimonio asfixiante y doloroso que, además es un trasunto del suyo propio con su segundo marido. Como curiosidad, esta obra sirvió de inspiración a Daphne du Maurier para escribir su novela “Rebeca” que, como todos sabemos, fue llevada al cine por Hichtchock y dio nombre a la prenda de vestir que todas hemos llevado alguna vez.

jueves, 14 de julio de 2016

Los cansados

Autor: Michelle Serra


            Un padre cincuentón vive solo con su hijo de diecinueve años, eternamente cansado al igual todos sus coetáneos. Como describe con un oxímoron insuperable: “Eres un perfeccionista de la negligencia”. No consigue convencerle para llevar una vida útil y ordenada a pesar de aplicar las estrategias más variopintas para llegar a él. Aunque es un libro extremadamente breve y muy divertido, recomiendo leerlo varias veces para no perder ninguno de los pensamientos que invaden la mente del padre. Algunos de ellos podríamos ponerlos con imán en la nevera. Es casi inevitable vernos reflejados en la mayoría, y además sin parar de reírnos, ya que es un relato ágil y sarcástico, pero que nunca se ve ensombrecido por la amargura.

            Creo que su es lectura indispensable para quienes tienen cerca un adolescente ingobernable y desidioso, y para cualquier adulto que observe con estupor la generación que ha de sucederle. Pero también ofrece reflexiones muy profundas sobre grandes cuestiones a las que todos hemos de dar respuesta: autoridad, amor paterno, pereza, los objetivos en la vida, la transmisión de la cultura, el legado de los antepasados, el desprendimiento hacia la propia vida aceptando la muerte, la necesidad o no de Dios, la frivolidad, los grandes ideales…

            El autor ha elegido la forma de un diálogo desternillante con el hijo, que, por otra parte, nunca replica. Prácticamente este sólo pronuncia una palabra al final del libro. Una palabra que llena la vida entera del padre y le compensa de los sinsabores que ha padecido Es un final tan maravilloso que rubrica con esperanza el relato completo.


            Después de todo, quizá la clave para que, como en la escultura de Miguel Angel, aparezca el Moisés que duerme en el interior de los descerebrados y cansados, sea ofrecerles con amor una meta tan alta que parezca inalcanzable. Limitar sus aspiraciones, y las nuestras, a tareas casi de supervivencia, empequeñece el espíritu y nos condena a la pereza.

Las señoritas de escasos medios

Autora: Muriel  Spark

            Después de la Segunda Guerra Mundial, muchas señoritas han quedado sin casi recursos económicos.  Con el fin de darles un techo a aquellas que trabajan en Londres se erige el club May of Teck (aludiendo al nombre de la reina madre).
           
Es un relato humorístico, más bien sarcástico, de la vida diaria llena de estrecheces, pero soportada con dignidad. Como el trasiego del vestido de Schiaparelli, el único elemento lujoso de todo el relato,  que pasa solidariamente de una a otra residente cuando esta lo  necesita.


Un entretenimiento que refleja los deseos y ambiciones de una generación de mujeres cincelada por la guerra.

martes, 31 de mayo de 2016

La lección de August

Autor: R.J. Palacio

            August es un niño con una malformación facial que produce rechazo en quien lo ve. No sabemos exactamente qué le pasa, pero está claro que debe tratarse de algo muy notable ya que condiciona su vida entera. Sus padres dudan si debe ser escolarizado, y de hecho, retrasan hasta el quinto grado debido a tantas operaciones y enfermedades que había padecido y, por supuesto, al miedo al rechazo.

            Pero llega el momento ineludible de acudir al colegio. Y, desgraciadamente, todos los temores toman cuerpo. A lo largo del relato le vemos aprender a manejarse en un territorio hostil con bastante buen humor, e ir superando las penalidades generadas por su propio aspecto. Resulta muy fácil ponerse en el lugar de August y juzgar con dureza a sus compañeros, pero un pequeño ejercicio de autocrítica no está de más. Seguramente hemos de reconocer con humildad haber sido como ellos más de una vez. En cualquier caso, es una buena ocasión para recordar que la voluntad, la bondad  y el humor superan las dificultades objetivas o imaginadas que nos presenta la vida; y que es mejor no enredarse en ellas y ocuparse de los demás. Sin duda es un relato positivo y lleno de esperanza, con grandes valores como la amistad, la superación y la familia.


            Es una literatura algo sencilla, pienso que porque va dirigida a gente joven. En general, echo en falta un poco más de profundidad en los libros destinados a ese público. En esas edades adolescentes es cuando más se suele leer y por eso creo que es el mejor momento para que grandes pensamientos y estructuras literarias se fijen en sus pequeñas y desmadejadas mentes. Es una pena desperdiciar esos años de aprendizaje siguiendo la estela de los libros infantiles al uso, cuajados de tonterías y frases simplonas. De todos modos, este relato, aunque pudiera ser mejor, es suficientemente interesante como para recomendarlo.

viernes, 13 de mayo de 2016

Los diarios de Adán y Eva

Autor: Mark Twain

            Mark Twain es considerado por muchos como el padre de la literatura americana, fue aventurero, viajero, soldado confederado e incluso piloto en los evocadores barcos del Misisipi donde adopta su pseudónimo de la voz “Marca dos brazas”, la profundidad mínima para navegar. Sarcástico, divertido y magnífico escritor, publica Los diarios de Adán y Eva al final de su vida como homenaje a su mujer, Olivia, cuando falleció. Hay que suponer que presentía próximo su propio óbito ya que estaba convencido de que, puesto que nació con el paso del cometa Halley, moriría cuando este pasara de nuevo. Cosa que, de hecho, sucedió. Curiosidades de los escritores, a menudos excéntricos y rodeados de misterio.

            Esta pequeña obrita, condensa en muy pocas páginas un retrato magistral de hombres y mujeres. Cómo ve el mundo cada uno y cómo piensa que el otro lo ve que, por supuesto, no es la presunción cierta. Ninguno de los dos entiende al otro. Se muestran incapaces de hacerlo. Aunque lo intentan. Lo cual es más de lo que suele suceder en la vida diaria. Toda la narración es brillante y divertidísima. No se puede decir más con menos palabras. Cualquier hombre o mujer se encuentra perfectamente reconocible en Adán y en Eva. Pero, después de tanto desencuentro, por encima de todo, prevalece el amor profundo, que no depende solamente de las virtudes del otro, sino que es capaz de eludir sus defectos. Lo que culmina en el epitafio insuperable que Adán coloca en la tumba de Eva: “Allí donde estaba ella, estaba el Paraíso”


Bajo la apariencia de una comedia de situación, casi un sainete,  nos regala reflexiones certeras y profundas sobre las eternas diferencias entre hombres y mujeres. A pesar de los cien años transcurridos, los más determinantes para la igualdad, no se aprecian muchas novedades, y lo que es peor, tampoco se atisban…De modo que, sin descuidar la infalible técnica de poner límites a los abusos del otro, que siempre llega hasta donde le permitimos, quizá lo más inteligente y eficaz sea  el humor. Nunca, nunca,  tomarnos demasiado en serio a nosotras mismas y valorar que, si bien el buen Dios ha dispuesto una evidente incomprensión con los varones, nos ha compensado con el poder sanador de nuestras amigas.

jueves, 28 de abril de 2016

La ladrona de libros

Autor: Marcus Zusak


            En la Alemania nazi, la hija de unos comunistas es acogida por una familia para protegerla de la persecución que sufren sus padres. También refugian en el sótano a un judío, hijo de un amigo del padre. La niña descubre la lectura robando libros a la mujer del alcalde. Y eso le ayuda a sobrellevar la guerra que, por otra parte y con frecuencia, no es vivida por los niños con la crudeza real que sí soportan los adultos.

Quien narra la historia es la Muerte, lo que resulta un gran acierto.  A mi parecer sus reflexiones son lo más logrado de la novela. Por lo demás, no deja de ser una historia de nazis y judíos que tantas veces hemos visto. Y la narración es algo deslavazada. Quizá el tema me resulta recurrente o quizá el nivel literario no es muy elevado. Pero algo ha impedido que disfrute con su lectura y finalmente se me haya hecho bastante pesada.


Me hubiera gustado encontrar más protagonismo de la Muerte, que es dibujada con bastante dulzura y que recoge a las almas con delicadeza y comprensión, dedicándoles algunas frases preciosas cuando el fallecido las merece. Sin duda es el mejor personaje.

miércoles, 27 de abril de 2016

Enterrado en vida

Autor: Arnold Bennet

            ¿Alguna vez hemos deseado desaparecer y vivir la vida de otro? Yo sí, la verdad. Pues esto, justamente es lo que hizo el afamado pintor Priam Farll. Triunfador en el arte, pero asocial y en extremo tímido. Nadie le había visto nunca. De modo que, al morir su criado, decide intercambiar las identidades. Enterrar a Priam Farll y ser, desde ese momento, Leek. ¡Incluso asiste a su propio funeral! Para complicar las cosas, aparece Alice, una viuda que se prometió con Leek por correspondencia y que, lógicamente, toma a Prime por su enamorado.


            Una historia de mentiras, suplantaciones y enredos, muy bien escrita ambientada en la Inglaterra de principios del siglo XX. Aunque a mí, en particular, me ha parecido un poco larga y con menos chispa de la que esperaba.