lunes, 15 de junio de 2015

Estupor y temblores

Autora: Amelié Nothomb
           
            Autobiográfico como la mayoría de sus relatos, Amelié nos cuenta su experiencia de trabajo en una multinacional japonesa. Ella, belga nacida en Japón, y amante de este país, desea ser una nipona auténtica. Por ello se somete a las vejaciones y degradaciones en su cualificación profesional. Tanto que su contrato inicial es como traductora de japonés y concluye el año como limpiadora de retretes. “No existía freno para mi fulminante caída social”. Aunque intenta salir de la humillación, ya que no puede, intenta dignificar su trabajo. ¿Es necesaria la queja constante de una situación cierta, pero inamovible? Ante lo inevitable, dignidad y elevación.

            Todo contado con un extraordinario sentido del humor. Exagerado, excéntrico y surrealista. Para no parar de reírse.
           

            Destaco la constancia en el trabajo de Amelie. Nunca se rinde y, aunque lo más fácil es asumir el mensaje que todos le envían de su absoluta incapacidad para todo, se sobrepone y jamás cae en el desánimo ni la depresión. Cómo lo consigue? Aislando mentalmente el mundo laboral del resto de su mundo y con un cierto amor al trabajo bien hecho. Aunque éste sea gris, ridículo o bajísimo en la escala social. Que nunca es indigno por otra parte No la vemos chapucear ni justificarse para no cumplir con él. Difícilmente nos encontraremos en occidente una situación laboral tan adversa. Así que, seguramente la evocación de Amelie puede enfriar y poner en su punto justo las afrentas y menosprecios que a lo mejor sólo existen en nuestra mente.

viernes, 12 de junio de 2015

La sangre de los libros

Autor: Santiago Posteguillo

            El afamado escritor de historias noveladas ambientadas en el Imperio Romano, nos regala una selección de anécdotas que giran alrededor de los libros. Sucesos sorprendentes, turbios, sangrientos o simplemente curiosos.

            Así descubrimos qué escritor occidental se suicidó haciéndose el hara kiri. Quién murió en un duelo. Dónde estuvieron los cantos perdidos de la Divina Comedia. Qué repetía en su muerte E. A. Poe. Qué presidente francés encargó una novela al más reconocido escritor español de su tiempo. O qué novelista logró frenar la destrucción de las vidrieras de Notre Dame. Qué conexión tienen las muertes de Becquer y Carrero Blanco. O Stevenson y el Dr Hyde. Y cómo es que hay un séptimo premio Nobel español, de Cuenca por más señas.
           
Todas los capítulos son breves y muy bien escritos. Y a menudo tienen la astucia de no desvelar hasta la mitad o incluso el final, de qué escritor se trata. De modo que el lector juega a adivinarlo o se felicita si, gracias a sus conocimientos, sabe a ciencia cierta quién es.


            De tal manera que, sin apenas esfuerzo, este libro contribuirá a acrecentar aún más nuestra cultura. Con la ventaja de que fija en la memoria pequeños datos y curiosidades, fáciles de retener, pero que deslumbran más que grandes disertaciones cuando los compartimos.

martes, 19 de mayo de 2015

El bosque animado

Autor: Wenceslao Fernández Florez

            Esta sucesión de narraciones breves (estancias), la he leído varias veces a lo largo de mi vida. La primera vez, mis ojos únicamente habían visto encenderse 15 veces las llamitas de las cerezas en los huertos, tal como describe el autor la edad de la niña Pilara. Recuerdo que simultáneamente lo leímos mi madre y un hermano y muchos de sus pasajes se incorporaron desde entonces a nuestro lenguaje compartido. Así, mis frecuentes olvidos generaban indefectiblemente en mi madre el reproche amoroso: “Hija, estás como las moscas”. En alusión a la ausencia de memoria de esos insectos que se describe en la estancia El Pueblo Pardo. De modo que cada nueva lectura consigue trasladarme a mi refugio infantil.

            Algunas estancias utilizan el recurso de la fábula con animales. Si bien carecen de la moraleja final. Aunque nosotros, avezados lectores, rápidamente la encontramos. Así, en la primera, los árboles nos hacen ver que no siempre aquellos que aparecen triunfadores a nuestros ojos lo son realmente. O la crueldad de hacer sufrir a otros por naderías, tal como sucede cuando matan a la esposa del topo para adornar un gabán con su piel. Y los gatos domésticos, que creyéndose panteritas fracasan en su ataque insensato al buey y nos demuestran la necedad de sucumbir ante quienes nos halagan por encima de nuestras cualidades reales. Sin olvidar las estancias protagonizadas por personas, que rebosan poesía a la vez que un humor especial.

            Me ha sorprendido que ahora estime más denso el libro que cuando lo leí por primera vez. Como no hay que suponer una nueva redacción del autor, puesto que ha medio siglo que se tutea con la Santa Compaña, no cabe más opción que concluir que mis lecturas se han ido haciendo más livianas e incluso superficiales en su forma. Aunque, como otras veces, he disfrutado muchísimo.


            El lirismo mágico lo aparta del realismo imperante en las novelas de posguerra. Con un lenguaje riquísimo y unas frases muy elaboradas. Por lo tanto, una maravillosa novela de un académico de la lengua en cuyo discurso de entrada dijo “Si prescindimos del Quijote, el humor en España lo he inventado yo”

A la caza del amor

Autora: Nancy Mitford


En el periodo de entreguerras, la excéntrica familia inglesa Radlett vive los primeros lances amorosos de sus hijas. Los bailes en los que deben fraguarse matrimonios ventajosos que dejen atrás las excentricidades de la niñez. La historia está narrada por la prima Fanny y se centra en una de las seis hijas, Linda. La más soñadora y enamorada del amor. Tanto que a un hombre le sucede otro en una constante búsqueda de la relación perfecta.


            La manera de narrar los desvaríos de la familia es auténticamente inglesa. Y el humor impregna toda la novela. Que además parece un trasunto de la propia alocada familia real de la autora. En la que una hermana fue amante de un nazi, otra casó con un fascista, otra con un antifascista, Nancy fue escritora de gran reconocimiento y otra más fue duquesa.

miércoles, 6 de mayo de 2015

La hija de la criada

Autora: Bárbara Mutch

La autora, sudafricana, nos cuenta la historia de Ada, una criada negra en una gran mansión de ese país. Después de la Segunda Guerra Mundial, se encuentra embarazada de su señor. Y espera un hijo mulato que es una de las mayores desgracias que le pueden suceder. Sobre todo desde que entra en vigor el apartheid, que prohíbe las relaciones interraciales.

¿Qué hará Ada? Siente que ha traicionado a su señora, y ni siquiera por amor, sino por un equivocado sentimiento del deber. Decide escapar a la aldea de los negros sin dar ninguna explicación. Y, con identidad nueva, trabajar como profesora de piano para poder sobrellevar la extrema pobreza del poblado. Así, ante el desprecio de las dos comunidades, trata de sacar adelante a su hija, mulata, y con los mismos ojos azules de su padre.

A través de la protagonista, vemos lo difícil que es la vida para una parte no pequeña de la Humanidad. El sólo hecho de haber nacido en un lugar condiciona tanto nuestra realidad…que no podemos por menos de estar agradecidos por haber nacido en el lado bueno del mundo.



sábado, 18 de abril de 2015

Quedaos en la trinchera y luego corred

Autor: John Boyne

Del autor de “El niño con el pijama de rayas”, esta novela de nuevo gira alrededor de un niño en un conflicto bélico, en este caso en Londres durante la guerra del 14. Sin embargo, no posee el encanto del título anterior

En el quinto cumpleaños de Alfie, estalla la Gran Guerra. Y su padre corre a alistarse voluntariamente. Después de un tiempo de recibir cartas suyas desde las trincheras, cada vez más tristes y deslavazadas, éstas dejan de llegar. Alfie sospecha que hay algo oculto. Su madre le asegura que no puede escribir por encontrase en una misión secreta, pero él no las tiene todas consigo. Así que, con nueve años, además de trabajar a escondidas como limpiabotas para ayudar al sostenimiento familiar, emprende él mismo una aventura para averiguar qué ha ocurrido con su padre.


La fácil lectura de la novela parece sugerir una escritura a vuela pluma. Sobre todo porque la historia resulta bastante previsible. Ignoro si esta precepción personal es correcta. En todo caso, es una buenísima aproximación a la locura de aquella guerra y las consecuencias devastadoras para los combatientes. Cuyas secuelas no siempre eran visibles.

domingo, 12 de abril de 2015

Rosa cándida

Autor: Audur Ava Olafsdottir

Un joven islandés, amante de la jardinería y en particular de la variedad Rosa cándida, acepta un trabajo de jardinero en un monasterio de un pequeño pueblo posiblemente italiano. Su madre, que, acaba de fallecer en un accidente, es quien le ha iniciado amorosamente en el cultivo de las flores en el invernadero familiar. Resulta milagrosa esta vocación en un habitante de un lugar tan inhóspito cuyo paisaje propio se llama malpaís. Lo cual deja pocas dudas sobre sus posibilidades.

Arnljótur, ignoro si es el equivalente a Pepe o resulta igual de extraño en los oídos islandeses, abandona a su hermano autista, su padre octogenario, sus expectativas universitarias y se marcha a la legendaria rosaleda del convento. Le acompañan el duelo por su adorada madre, unos esquejes de Rosa cándida y el amor a su hija de meses (el resultado inesperado de un fugaz encuentro con una amiga).

Instalado en el monasterio, degusta la paz y el disfrute por el resurgimiento del jardín. Pero aparece la madre de su hija para dejársela a su cargo. Ante el inconcebible desapego de la madre, el protagonista se transforma en un padre entregado a una criatura cuya llegada nunca fue prevista. E intenta establecer una estructura familiar, sin olvidar el cuidado de su padre y de su hermano discapacitado. Lo que mueve a la reflexión al lector, más habituado a contemplar estos sentimientos en una mujer. Ya sólo por este enfoque merece la pena leerlo, sin menoscabar otros méritos literarios que también posee.

Además, a mí en particular, hacedora de herbario en mis estudios de farmacéutica, me ha transportado al placer del descubrimiento de la botánica. Aunque, en mi caso, nunca se ha visto acompañado del triunfo en el cultivo de los ejemplares vivos.