jueves, 23 de febrero de 2017

Flores para la señora Harris

Autor: Paul Gallico


           
            La señora Harris es una viuda sesentera que trabaja como asistenta en el Londres de 1952. En una de las casas que limpia descubre un vestido de Dior y queda tan maravillada de su belleza que toma la determinación de viajar a Paris para comprar uno. Es consciente de que no se lo pondrá nunca y de que tendrá que sufrir innumerables privaciones para reunir el dinero necesario. A pesar de todo, lo consigue. De modo que, nada más empezar el libro, ya la vemos en el avión camino de Paris, aunque nos va relatando de modo retrospectivo su periplo hasta llegar a ese momento. Y, después, nos narra todas sus peripecias en la Casa Dior. Cómo su llegada, con ese aspecto inequívoco de limpiadora, siembra el estupor entre el glamour imperante, pero cómo todos se van rindiendo a la bondad que regala.

Me ha hecho considerar que, dado que no somos sólo espíritu, necesitamos lo tangible para expresarnos y desarrollarnos. Y que, si bien los objetos materiales no nos dan la felicidad, pueden ser instrumentos para que esta llegue; siempre q tengamos la elegancia y el señorío de no poner el corazón en ellos. Y esto es justo lo que le sucede a la señora Harris: encuentra amor a raudales a través del vestido de Dior.


            Está escrita no por un novelista, si no por un comentarista deportivo, con un lenguaje directo, divertido, descomplicado, colorista y costumbrista, pero sin rozar siquiera lo soez. Es una novela muy dulce, podríamos definirla como un cuento de hadas, llena de amor y de humor, y con un final redondo que remonta la narración cuando esta comienza a parecer previsible. La recomiendo vivamente.

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