lunes, 1 de diciembre de 2014

El camino


Autor: Miguel Delibes

             La noche antes de partir a la ciudad para cursar el bachillerato, Daniel el Mochuelo rememora su corta vida en el pueblo. Con 11 años, se enfrenta a una práctica común en la España de posguerra: el estudio fuera de casa para aquellos niños que podían afrontarlo, bien por su capacidad intelectual o económica. A menudo con grandes sacrificios por parte de la familia.

            Por supuesto  no quiere marcharse, pero la voluntad del padre, férrea e indiscutible en esa época, no deja otra alternativa. Ante lo inevitable, recuerda lo vivido junto con sus amigos Roque el Moñigo y Germán el Tiñoso. Ese tiempo en que los niños jugaban libres por las calles, hacían travesuras y pensaban, como todos cuando hemos sido niños, que nunca cambiaría nada.

            Y así, nos ofrece los retazos de su vida en una villa pequeña de Cantabria, siempre con el barniz de los ojos de un niño. Con numerosísimos protagonistas. Es posible que no quede ningún paisano por aparecer en el texto. Algunos pasajes son tan divertidos que nos llevan a las carcajadas. Son especialmente cómicos los motes de los personajes, como las Guindillas o las coletillas que acompañan siempre a algunos otros como “D José, que era un gran santo”, o “Andrés, el hombre que de perfil no se le ve”.
 
Y, aunque en el fondo el relato es el abandono de la edad dulce de la infancia lo que le confiere un tono algo melancólico, prevalece la alegría. Y ello incluso aun cuando algunos de los sucedidos que nos refiere Daniel son dramáticos y pesarosos, tal como es la vida real tantas veces. 

            La maestría de Delibes compone una novela magnífica. Llena de humor, amabilidad e ingenuidad. Lo cual no es tan frecuente en este autor a menudo tamizado de pesimismo. Conviene disponer de un diccionario cerca ya que, a pesar de nuestra probada cultura, nos encontraremos muchas palabras ignotas. Yo, al menos, lo he necesitado.

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