Autor: León Toslstoi
Nos encontramos ante una obra de
juventud de Tolstoi extremadamente breve. Parece que se inspira en el
enamoramiento del autor de una vecina suya.
Masha,
de 17 primaverales años, vive el luto por la muerte de su madre, languideciendo
en su aldea. Un luto riguroso que hasta viste de negro a su hermana pequeña. En
su melancolía aparece Serguei, un amigo del padre 20 años mayor, que
indefectiblemente llenará sus deseos de amor. Está demasiado sola y aburrida, y
en la edad de la ilusión.
Es inevitable que quiera casarse con él. El, en cambio, es
consciente de la dificultad de la relación, e intenta escapar en contra de sus
propios sentimientos. Finalmente, contraen matrimonio. Y ella, tras los primeros
tiempos de amor idílico, comienza a aburrirse tanto que se van a S Petersburgo;
donde renace entre los oropeles de las fiestas de sociedad. Cada vez más
admirada y cada vez más lejos de su marido.
Al
estar narrado en primera persona, los demás personajes quedan tamizados por la
visión de Masha, por lo que no conocemos con certeza sus pensamientos ni
inquietudes. Huelga remarcar que es una excelente novela realista escrita por
un enorme clásico.
Es
una reflexión sobre los distintos modos de vivir la relación conyugal a través
del tiempo y las circunstancias. Las expectativas que se abrigan al iniciarla,
y cuánto queda de ellas al confrontarlas con la realidad.
Asistir
al distanciamiento de la protagonista de su esposo a cambio de vanidades y
fruslerías obliga a considerar con cuánta facilidad pueden perderse bienes y
afectos muy valiosos por pequeñas tonterías.
Intuyo
que siempre es mejor valorar lo que tenemos, sin ensoñaciones ni aspiraciones
sin fundamento. Y no esperar de los demás lo que no nos pueden dar.
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