lunes, 1 de febrero de 2016

Los renglones torcidos de Dios

Autor: Torcuato Luca de Tena


            Cuando fue escrita esta novela y mis amigas la leyeron, por alguna razón que no recuerdo, yo no lo hice. Sé que a todas les pareció grandiosa y sé que la crítica siempre la ha reconocido como un libro excelente. Y es ahora, cuarenta años después de su publicación, cuando la he leído.

            A finales de los años setenta, una mujer inteligente y culta ingresa voluntariamente en un psiquiátrico para investigar un crimen, ya que sospecha que el asesino se encuentra allí. O quizá su ingreso no ha sido voluntario, o quizá es una paranoica que se ha fabricado esa realidad, pero que está tan loca como los demás… Esta es la incertidumbre que presenta la novela y que sólo se desvela al final.

            Seguramente haber acumulado ya algunas décadas en mi calendario me ha hecho ver la novela como una sucesión de retratos desgraciados y sin remedio. Vidas llenas de angustia que ninguna medicación ni terapia conseguía paliar en esa época.
           

Sin duda, la escritura es magnífica, así como el planteamiento y la resolución de la intriga que configura el nudo central del relato, pero, definitivamente, en mi espíritu ha primado el desconsuelo ante tanta tristeza. Demasiada angustia para disfrutar. Sin duda, debí leerlo en mi juventud cuando se piensa que tanto dolor sólo existe en la ficción de los libros.

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