jueves, 6 de junio de 2013

Viento del Este, viento del Oeste

Autor: Pearl S. Buck


            Cuesta hacer una reseña de una novela cuyas primeras lecturas se produjeron en la adolescencia, y he vuelto a leer en la madurez.

            De las lecturas tempranas se desprendió una novela extremadamente romántica, en la que el amor consigue rescatar a una subyugada china de la clase alta para despertarla a las nuevas formas de vida occidentalizantes Quedé fascinada por las bellísimas descripciones de los ornamentos y aderezos utilizados por la protagonista para conseguir inútilmente el favor del marido. Las formas de vida de la China anterior a Mao, aparecen como exóticas y pintorescas. Incluso, apena que sean sustituidas por el occidente menos suntuoso.

            Con la madurez, se aprecia la dureza real de esa vida de la China tradicional. En especial con respecto a la mujer cuya existencia tiene interés solamente para agradar al marido y conseguir alumbrar hijos varones. Debía estar además preparada para soportar la llegada de concubinas y de los hijos que ellas tuvieran con su marido.

            Por lo tanto, la recordada narración llena de amor y misterio, se torna una cierta amargura, sólo mitigada por la belleza de la prosa. En realidad, la protagonista ni siquiera se libera de sus viejas ataduras, sólo pasa a una nueva dominación, si bien, ésta le conforta y llena de felicidad.

            Imprescindible para reflexionar sobre la situación habitual de la mujer en todo el mundo y a lo largo de la historia. ¿Por qué esa tendencia repetida a vivir bajo el dominio masculino? ¿Qué decir de su transmisión por parte de las mismas mujeres, de madres a hijas? ¿Hay algo en nuestro espíritu que lo permite? ¿Podemos esperar un cambio? Al menos, seamos conscientes de nuestra historia y ayudemos a nuestras hijas a no aceptarla como buena.

1 comentario:

  1. Soy de nuevo Susana: gran novela. Me la recomendó una amiga lectora cuando tan sólo teníamos 12 ó 13 años. Recuerdo que me impresionó y atrapó y desde ese día está entre mis imprescindibles.

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