lunes, 30 de noviembre de 2015

Los jardines de la memoria

Autor: Michael Quint


            Una de las novelas más breves y, sin embargo, más intensas que he leído nunca, a la vez que original y diferente. Con cierto barniz autobiográfico y grandes dosis de homenaje al padre del autor, miembro de la resistencia francesa, y al abuelo, combatiente en Verdum. Recomiendo conocer con anterioridad la figura de Maurice Papon para comprender mejor el relato.

            El protagonista, en la edad madura, rememora su infancia. Comienza contando el bochorno que pasaba cuando su padre actuaba como payaso de manera altruista para alegrar la vida de otros niños. Quien, a pesar de ser maestro de escuela, adoptaba un papel tan ridículo a los ojos de su hijo que le hace experimentar «Tanta vergüenza y odio que se lo habría dado al primer huérfano que pasara si hubiera creído que alguno lo habría aceptado». Igual de absurdos le parecen sus tíos, un matrimonio de bobos cuya existencia, a todas luces, había sido anodina.

            Y, sin embargo, como tantas veces sucede, nada es lo que parece. Y precisamente es su tío quien  le desvela el sorprendente pasado de sus ridículos familiares.

            Cuántas veces debajo de una situación hay un mundo opuesto a lo que percibimos, y nos vemos obligados a desdecirnos a nosotros mismos del juicio previo. O lo que es peor, debemos arrepentirnos de lo que aseguramos ante otros con la certeza de que no era posible otra interpretación.
           
            También nos regala una reflexión preciosa sobre la bondad, el heroísmo, el sacrificio y el compañerismo, incluso en las situaciones más duras. Y cómo las experiencias vividas condicionan nuestro futuro, de forma que el bien recibido nos emplaza a devolverlo a otros.


            Gran literatura de un Académico de la Lengua belga que compone un relato que, quizá, necesite dos lecturas para disfrutarlo plenamente. 

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